Hola amigos terrestres. Antes de nada, quería solucionar las dudas de la gente que aún no sabe quién soy. Siiii, soy un muerto. Fiambre, cadáver, ¡¡¡difunto!!!! Ya se que es raro esto de que me comunique a través de un blog. Pero ¿de verdad creéis que si al morir somos capaces de llegar al cielo no vamos a poder manejar Internet? No seáis ilusos, por Dios. De todas maneras, me encantaría que conocierais la historia de cómo llegué aquí así que os remito a mi primer comentario de un poquito más abajo titulado "¿Hay alguien ahí?". En fin, como aquí tengo todo el tiempo del cielo no me doy cuenta de que para vosotros los minutos son oro y de lo que hoy quería hablaros es del racismo en el cielo.Últimamente no paran de llegar aquí iraquíes, palestinos y africanos. Es increíble, llegan miles al día. Evidentemente, forman la población mayoritaria y son los que dictan las normas para el resto de la comunidad. En el cielo, los blancos estamos relegados en minorías porque somos los que menos y más tarde morimos. Así, que no es que el racismo acabe con la muerte, sino que da la vuelta y te paga con la misma moneda. Así, que pensadlo, sólo cuando el racismo se elimine de verdad allí abajo conseguiremos eliminarlo para siempre.
Pero mientras tanto, las soluciones que proponéis no están gustando nada aquí. El otro día apareció la noticia en los periódicos de que una radio en inglés va a intentar acabar con el conflicto palestino-israelí. Esta radio, será la única que exista en Oriente Próximo con estas características y pretende aportar información independiente alejada de las noticias politizadas y sesgadas que se emiten en hebreo o en árabe. El creador de esta idea es un sudafricano que ya desarrolló un proyecto similar en su lugar de nacimiento con mucho éxito.
Bueno, pues no veáis la que se ha montado aquí entre los palestinos y los israelíes. Que si tantos años de rencor para nada, que ellos han muerto para que ahora vengan a solucionar sus problemas con el inglés... Vamos, que tenemos un cielo revuelto. ¿Vosotros pensáis que la idea de la emisora es buena? ¿Cómo os tomáis eso de que estaréis discriminados en el cielo?. Yo mientras lo pensáis os dejo la letra de una canción de los mejores cantautores argentinos de los que aún podéis disfrutar, Rafael Amor (espero que se muera pronto. No porque tenga nada contra él, sino porque quiero tenerlo cerca). Por cierto, si podéis bajaros la canción de Internet que con música es mucho más emocionante.
NO ME LLAMES EXTRANJERO
No me llames extranjero porque haya nacido lejos,
o por que tenga otro nombre la tierra de donde vengo.
No me llames extranjero porque fue distinto el seno
o porque acunó mi infancia otro idioma de los cuentos.
No me llames extranjero si en el amor de una madre,
tuvimos la misma luz en el canto y en el beso,
con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.
No me llames extranjero, ni pienses de dónde vengo,
mejor saber dónde vamos, adónde nos lleva el tiempo.
No me llames extranjero porque tu pan y tu fuego
calman mi hambre y frío, y me cobijé en tu techo.
No me llames extranjero. Tu trigo es como mi trigo,
tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,
y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.
Y me llamas extranjero por que me trajo un camino,
porque que nací en otro pueblo, porque conozco otros mares,
y zarpé un día de otro puerto, si siempre quedan iguales en el
adiós los pañuelos, y las pupilas borrosas de los que dejamos
lejos, los amigos que nos nombran y son iguales los besos
y el amor de la que sueña con el día del regreso.
No me llames extranjero, traemos el mismo grito,
el mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre
desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,
antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,
los que roban, los que mienten, los que venden nuestros sueños,
los que inventaron un día, esta palabra, extranjero.
No me llames extranjero que es una palabra triste,
que es una palabra helada, huele a olvido y a destierro.
No me llames extranjero. Mira tu niño y el mío
como corren de la mano hasta el final del sendero.
No me llames extranjero, ellos no saben de idiomas
de límites ni banderas, míralos, se van al cielo
por una risa paloma que los reúne en el vuelo.
No me llames extranjero. Piensa en tu hermano y el mío,
el cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo.
Ellos no eran extranjeros. Se conocían de siempre
por la libertad eterna e igual de libres murieron.
No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,
mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,
y verás que soy un hombre: no puedo ser extranjero.
RAFAEL AMOR
Pero mientras tanto, las soluciones que proponéis no están gustando nada aquí. El otro día apareció la noticia en los periódicos de que una radio en inglés va a intentar acabar con el conflicto palestino-israelí. Esta radio, será la única que exista en Oriente Próximo con estas características y pretende aportar información independiente alejada de las noticias politizadas y sesgadas que se emiten en hebreo o en árabe. El creador de esta idea es un sudafricano que ya desarrolló un proyecto similar en su lugar de nacimiento con mucho éxito.
Bueno, pues no veáis la que se ha montado aquí entre los palestinos y los israelíes. Que si tantos años de rencor para nada, que ellos han muerto para que ahora vengan a solucionar sus problemas con el inglés... Vamos, que tenemos un cielo revuelto. ¿Vosotros pensáis que la idea de la emisora es buena? ¿Cómo os tomáis eso de que estaréis discriminados en el cielo?. Yo mientras lo pensáis os dejo la letra de una canción de los mejores cantautores argentinos de los que aún podéis disfrutar, Rafael Amor (espero que se muera pronto. No porque tenga nada contra él, sino porque quiero tenerlo cerca). Por cierto, si podéis bajaros la canción de Internet que con música es mucho más emocionante.
NO ME LLAMES EXTRANJERO
No me llames extranjero porque haya nacido lejos,
o por que tenga otro nombre la tierra de donde vengo.
No me llames extranjero porque fue distinto el seno
o porque acunó mi infancia otro idioma de los cuentos.
No me llames extranjero si en el amor de una madre,
tuvimos la misma luz en el canto y en el beso,
con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.
No me llames extranjero, ni pienses de dónde vengo,
mejor saber dónde vamos, adónde nos lleva el tiempo.
No me llames extranjero porque tu pan y tu fuego
calman mi hambre y frío, y me cobijé en tu techo.
No me llames extranjero. Tu trigo es como mi trigo,
tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,
y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.
Y me llamas extranjero por que me trajo un camino,
porque que nací en otro pueblo, porque conozco otros mares,
y zarpé un día de otro puerto, si siempre quedan iguales en el
adiós los pañuelos, y las pupilas borrosas de los que dejamos
lejos, los amigos que nos nombran y son iguales los besos
y el amor de la que sueña con el día del regreso.
No me llames extranjero, traemos el mismo grito,
el mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre
desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,
antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,
los que roban, los que mienten, los que venden nuestros sueños,
los que inventaron un día, esta palabra, extranjero.
No me llames extranjero que es una palabra triste,
que es una palabra helada, huele a olvido y a destierro.
No me llames extranjero. Mira tu niño y el mío
como corren de la mano hasta el final del sendero.
No me llames extranjero, ellos no saben de idiomas
de límites ni banderas, míralos, se van al cielo
por una risa paloma que los reúne en el vuelo.
No me llames extranjero. Piensa en tu hermano y el mío,
el cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo.
Ellos no eran extranjeros. Se conocían de siempre
por la libertad eterna e igual de libres murieron.
No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,
mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,
y verás que soy un hombre: no puedo ser extranjero.
RAFAEL AMOR