lunes, 26 de febrero de 2007

El racismo celestial


Hola amigos terrestres. Antes de nada, quería solucionar las dudas de la gente que aún no sabe quién soy. Siiii, soy un muerto. Fiambre, cadáver, ¡¡¡difunto!!!! Ya se que es raro esto de que me comunique a través de un blog. Pero ¿de verdad creéis que si al morir somos capaces de llegar al cielo no vamos a poder manejar Internet? No seáis ilusos, por Dios. De todas maneras, me encantaría que conocierais la historia de cómo llegué aquí así que os remito a mi primer comentario de un poquito más abajo titulado "¿Hay alguien ahí?". En fin, como aquí tengo todo el tiempo del cielo no me doy cuenta de que para vosotros los minutos son oro y de lo que hoy quería hablaros es del racismo en el cielo.Últimamente no paran de llegar aquí iraquíes, palestinos y africanos. Es increíble, llegan miles al día. Evidentemente, forman la población mayoritaria y son los que dictan las normas para el resto de la comunidad. En el cielo, los blancos estamos relegados en minorías porque somos los que menos y más tarde morimos. Así, que no es que el racismo acabe con la muerte, sino que da la vuelta y te paga con la misma moneda. Así, que pensadlo, sólo cuando el racismo se elimine de verdad allí abajo conseguiremos eliminarlo para siempre.
Pero mientras tanto, las soluciones que proponéis no están gustando nada aquí. El otro día apareció la noticia en los periódicos de que una radio en inglés va a intentar acabar con el conflicto palestino-israelí. Esta radio, será la única que exista en Oriente Próximo con estas características y pretende aportar información independiente alejada de las noticias politizadas y sesgadas que se emiten en hebreo o en árabe. El creador de esta idea es un sudafricano que ya desarrolló un proyecto similar en su lugar de nacimiento con mucho éxito.
Bueno, pues no veáis la que se ha montado aquí entre los palestinos y los israelíes. Que si tantos años de rencor para nada, que ellos han muerto para que ahora vengan a solucionar sus problemas con el inglés... Vamos, que tenemos un cielo revuelto. ¿Vosotros pensáis que la idea de la emisora es buena? ¿Cómo os tomáis eso de que estaréis discriminados en el cielo?. Yo mientras lo pensáis os dejo la letra de una canción de los mejores cantautores argentinos de los que aún podéis disfrutar, Rafael Amor (espero que se muera pronto. No porque tenga nada contra él, sino porque quiero tenerlo cerca). Por cierto, si podéis bajaros la canción de Internet que con música es mucho más emocionante.

NO ME LLAMES EXTRANJERO

No me llames extranjero porque haya nacido lejos,
o por que tenga otro nombre la tierra de donde vengo.
No me llames extranjero porque fue distinto el seno
o porque acunó mi infancia otro idioma de los cuentos.
No me llames extranjero si en el amor de una madre,
tuvimos la misma luz en el canto y en el beso,
con que nos sueñan iguales las madres contra su pecho.
No me llames extranjero, ni pienses de dónde vengo,
mejor saber dónde vamos, adónde nos lleva el tiempo.
No me llames extranjero porque tu pan y tu fuego
calman mi hambre y frío, y me cobijé en tu techo.
No me llames extranjero. Tu trigo es como mi trigo,
tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego,
y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.
Y me llamas extranjero por que me trajo un camino,
porque que nací en otro pueblo, porque conozco otros mares,
y zarpé un día de otro puerto, si siempre quedan iguales en el
adiós los pañuelos, y las pupilas borrosas de los que dejamos
lejos, los amigos que nos nombran y son iguales los besos
y el amor de la que sueña con el día del regreso.
No me llames extranjero, traemos el mismo grito,
el mismo cansancio viejo que viene arrastrando el hombre
desde el fondo de los tiempos, cuando no existían fronteras,
antes que vinieran ellos, los que dividen y matan,
los que roban, los que mienten, los que venden nuestros sueños,
los que inventaron un día, esta palabra, extranjero.
No me llames extranjero que es una palabra triste,
que es una palabra helada, huele a olvido y a destierro.
No me llames extranjero. Mira tu niño y el mío
como corren de la mano hasta el final del sendero.
No me llames extranjero, ellos no saben de idiomas
de límites ni banderas, míralos, se van al cielo
por una risa paloma que los reúne en el vuelo.
No me llames extranjero. Piensa en tu hermano y el mío,
el cuerpo lleno de balas besando de muerte el suelo.
Ellos no eran extranjeros. Se conocían de siempre
por la libertad eterna e igual de libres murieron.
No me llames extranjero, mírame bien a los ojos,
mucho más allá del odio, del egoísmo y el miedo,
y verás que soy un hombre: no puedo ser extranjero.

RAFAEL AMOR

viernes, 23 de febrero de 2007

92 años después




Hola de nuevo. Ayer estuve charlando con un amigo , Walter, que murió hace ya muchos años. La verdad es que me trató muy bien cuando llegué aquí. Y ahora las circunstancias han hecho que nos llevemos mejor que nunca. Y es que estos días también ha salido en la Tierra su historia publicada. Los periódicos contaban que, en Reino Unido, una mujer acaba de recibir una carta con una foto que fue mandada hace 92 años. Cuando Walter escribió la carta estaba luchando en la Primera Guerra Mundial y escribía a su novia, Amy Hicks, contando que estaba muy bien y que esperara su vuelta.
Pero la carta no llegó y la mujer, a pesar de todo lo que le amaba, se casó de nuevo y tuvo más hijos (además de la que tenía con Walter). Cuando volvió de luchar en la guerra y se enteró de la noticia Walter decidió suicidarse. Sin embargo, 92 años después la carta ha llegado a su destino y ha sido la nieta de Walter quien la ha recibido.
No sé, creo que el destino a veces juega malas pasadas. O quizá son sólo casualidades. ¿Qué hubiera pasado si la carta hubiera llegado a tiempo? ¿vosotros que pensáis?

miércoles, 21 de febrero de 2007

¿Hay alguien ahi?

Hola. No sé si estas palabras estarán llegando a la Tierra, espero que sí. Lo cierto es que ya me he cansado de estar en el cielo y comunicarme sólo con muertos. Porque vale, sí, yo soy un muerto, pero echo tanto de menos aquello...
Empezaré por contaros mi historia. No sé si recordaréis que hace pocos días apareció en los diarios una noticia sorprendente. Un agente de seguros estadounidense, Bill Lacovara, que quería pasar un día relajado, pescando, se encontró con una gran sorpresa. En el mar, no muy lejos de la orilla de la playa, se topó con una bolsa que tenía 300 cartas que iban dirigidas a Dios. Las cartas pertenecían a un cura que ya había fallecido, así que seguramente alguien las tiró cuando se cansó de ellas. Entre las cartas estaba la de una adolescente que le pedía perdón a Dios por haber abortado. Había otra de un preso que le aseguraba que era inocente y que necesitaba volver con su familia y otra de un hombre que le imploraba ganar la lotería.
Una de aquellas cartas era mía. Yo le pedía conocerle, porque estaba tan harto de estar solo... Y mira tú por donde, que me concedió el deseo. Pero ahora tengo tantas ganas de volver...
¿Sabéis? Yo soy periodista, bueno era. Durante mi vida estuve siempre preocupado por publicar las noticias políticas y económicas relevantes. Y ahora me doy cuenta de que todo aquello no importa y de que las cosas importantes de verdad las echamos de nuestro camino con desdén. Pero esto se ha acabado. A través de este blog intentaré contaros lo que de verdad fue importante en mi vida y lo que puede serlo para las vuestras. A ver si así despertáis. Porque aquí, en el cielo, la mayoría se ha dado cuenta tarde, como yo...
Bueno, ya es hora de despedirme, que en el cielo no ven nada bien esto de que nos comuniquemos por Internet. Por cierto, al pescador ese llamado Bill, si me estás leyendo, no te olvides de que leer correspondencia ajena es delito. Sin más, hasta la próxima. Y no os olvidéis de lo que verdaderamente os dejará huella al final de vuestro camino...
Os lo dice un entendido

Posdata: no os creáis que es la primera vez que mi alma creativa llega hasta vosotros. De hecho, antes de llegar al cielo, fui uno de los actores principales del siguiente vídeo conocido por todos (soy justo el que sale a la derecha)
http://www.youtube.com/watch?v=QNNCNde31uM